La concesionaria argumentó razones de seguridad. Atravesaba una villa y los vecinos lo apedreaban. Otra versión dice que fue porque casi nadie lo usaba. El ex funcionario lo había inaugurado en el marco de la campaña electoral de su provincia.
A tan sólo 60 días de ser inaugurado, el Ferrourbano, uno de los últimos proyectos ferroviarios impulsados por el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, que demandó una inversión de 106 millones de pesos, dejó de funcionar y no tiene fecha cierta de regreso. “No estamos circulando porque no están dadas las condiciones mínimas de seguridad para hacerlo”, explicó ante Crítica de la Argentina Eugenia Giusiano, encargada de prensa en Córdoba de Ferrocentral, empresa operadora del servicio. “Todo está supeditado a lo que haga la municipalidad de Córdoba, que se comprometió a trasladar la villa El Nailon y, hasta ahora, no lo hizo”, agregó.
Por su parte, Gustavo Rebord, director de Hábitat de la municipalidad, partícipe desde un principio de este proyecto, respondió que “las condiciones de seguridad cumplen todos los requisitos que exige la Comisión Nacional de Regulación del Transporte y el traslado de unas 100 familias de la villa El Nailon llevará, por lo menos, dos años. Y, aún así, en el lugar quedarán 500 familias”. Asimismo, off de record, funcionarios municipales comentaron que este tema del traslado de la villa es una excusa de Ferrocentral para sacarse de encima un tren “en el cual no viaja nadie y sólo da pérdidas”.
Un piquete realizado por vecinos de la villa El Nailon fue lo que motivó a la empresa a dejar fuera de circulación al Ferrourbano. Esto aconteció el 19 de agosto pasado, cuando un tren de carga atropelló a una niña de 12 años, causándole la amputación de su mano. El accidente provocó la furia de los vecinos, quienes, con troncos y cubiertas, impidieron el paso del Ferrourbano, que hasta entonces, de manera “experimental”, realizaba 16 viajes diarios.
Este tren fue inaugurado el 18 de junio pasado, diez días antes de las elecciones, con la presencia de Jaime, el intendente Daniel Giacomino y una teleconferencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Se lo rebautizó como “El Tren Electoral”, y desde un principio estuvo teñido de denuncias y tropiezos.
Sin estudios de factibilidad, la rehabilitación y explotación de 12 kilómetros de vías del Ferrourbano fue adjudicada de manera directa por Jaime a Ferrocentral, empresa del senador K Roberto Urquía y Ferrovías, a través de la resolución 141/09. Para estas obras de infraestructuras, se destinaron 106 millones de pesos –9,2 millones por kilómetro–. De esa cifra, ocho millones fueron “en concepto de coordinación técnica, administración, gerenciamiento, supervisión e inspección de los trabajos”.
Además, para liberar la traza de este tren, la municipalidad de Córdoba debió trasladar y reacomodar a numerosas familias de villa El Nailon y el barrio Márquez Anexo. Aun así, desde el primer día en que empezó a rodar, los vagones del Ferrourbano sufrieron el apedreamiento de los vecinos, cuyas viviendas quedaron a escasos metros de las vías del Ferrourbano.
Entre cascotazos, este “tren electoral” realizó la mayoría de sus viajes vacío, sin pasajeros. Crítica de la Argentina consultó a Agustina Giusiano sobre la cantidad de boletos picados por el Ferrourbano en sus dos meses de funcionamiento: no obtuvo respuesta alguna. En las boletarías de Ferrocentral dijeron que “esa información no se podía dar”. Los últimos números oficiales son de un mes atrás y resultan elocuentes: teniendo una capacidad para transportar diariamente a 3.520 personas sentadas, en su primer mes de funcionamiento, y con pasaje gratuito, viajaron en el Ferrourbano unas 200 personas por día. Esto indica un nivel de uso del transporte de sólo el 6% de su capacidad.
Urquía, senador con subsidios
Información publicada por la Secretaría de Transporte indica que la empresa Ferrocentral, propiedad del senador Urquía, y Ferrovías fueron beneficiada con millonarios recursos durante la gestión del polémico Ricardo Jaime. En subsidios y partidas para obras de infraestructura, la empresa operadora del Ferrourbano y el Tren de la Sierras embolsó 354 millones pesos.
Urquía tuvo una relación oscilante con el Gobierno. Primero, fue mostrado como el ejemplo de empresario por Cristina. Luego, votó contra de la 125 y cayó en desgracia.
Fuente: Critica Digital
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