lunes, 20 de julio de 2009

Por falta de recursos, este año no abrirán ninguna nueva estación

Y para más tarde quedarían las otras seis en construcción. Las más avanzadas son Flores y Nazca.

La Ciudad de Buenos Aires no tendrá ninguna estación de subte nueva este año, debido al drástico recorte presupuestario que aplicó el Gobierno de Mauricio Macri. Con suerte, y en caso de que la plata alcance, recién a fines de 2010 se inaugurará la estación Corrientes de la línea H (que se había anunciado para esta época de 2009) y para más tarde quedarán las otras seis estaciones que están en construcción. Así se lo informó a Clarín Luis Germán Jahn, presidente de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), la empresa del Estado porteño que tiene la misión de ampliar la red.

Aunque la estación Corrientes de la línea H, en Corrientes y Pueyrredón, ya está prácticamente terminada con sus túneles y sus andenes, la falta de fondos impide realizar las obras de señalización y tendido eléctrico. Esa estación es clave porque permitiría conectar la línea H con la B, que recorre la avenida Corrientes, y darle real utilidad para el transporte de la Ciudad. Hoy la H, que arranca en Caseros y Jujuy y termina en Once, es usada apenas por 13.000 personas por día, según datos de la concesionaria Metrovías. Es diez veces menos de los que lleva la línea E, que es, entre todas las demás, la que menos pasajeros transporta.

De acuerdo al presupuesto porteño 2009 que votó la Legislatura de la Ciudad, debería haber $ 447 millones para subtes. Sin embargo, debido a "fuertes restricciones de los recursos disponibles", el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, recortó el 75% de los fondos. Sólo quedó para SBASE el dinero que no se puede tocar, porque está garantizado por una ley nacional: se trata de una porción de lo que se recauda por los impuestos de ABL y Patentes. "El año pasado la recaudación por ese concepto fue de $ 115 millones. Todavía no sabemos cómo terminará la recaudación de 2009, pero no creo que sea mucho más", dijo el presidente de SBASE. Se trata también de una importante disminución con respecto a 2008, cuando se invirtieron $ 338 millones y las obras avanzaron a ritmo lento.

En términos de obras de subtes, es prácticamente insignificante lo que se puede hacer con $ 115 millones. De hecho, el costo de construcción de cada kilómetro, incluidos los vagones, se estima entre $ 260 y $ 300 millones. El año pasado, cuando el entonces presidente de SBASE, Jorge Irigoin, concurrió a las reuniones de la comisión de Presupuesto en la Legislatura, pidió que se asignaran para 2009 entre $ 700 y $ 900 millones. Irigoin finalmente se fue, enfrentado con Chain, quien designó en SBASE a Jahn, quien hasta entonces era su jefe de asesores.

Durante la campaña electoral de 2007, Macri había prometido construir 10 kilómetros de subte por año. Ya en el Gobierno, presentó a la Legislatura un ambicioso plan que prevía una inversión plurianual de 2.500 millones de dólares y consiguió que los diputados aprobaran un plan de trazas de nuevas líneas, que fue archivado rápidamente. Ante los problemas para conseguir los fondos, el Jefe de Gobierno dijo que esa iniciativa era "un viaje a la luna" y culpó al Gobierno Nacional y a la crisis financiera internacional. Finalmente, este año, dejó prácticamente sin recursos a las estaciones que estaban en construcción desde gestiones anteriores.

Además de Corrientes en la línea H, las estaciones que están en construcción son otras dos de esa línea, pero hacia el Sur (Hospitales y Parque Patricios); dos de la A (Plaza Flores y Nazca) y dos de la B (Echeverría y Monroe, que en realidad se llamará Juan Manuel de Rosas, de acuerdo a una ley sancionada el año pasado).

Según estiman en SBASE, para terminar esas seis estaciones hacen falta $ 600 millones. Actualmente tienen disponibles alrededor de unos $ 100 millones por año, que es el importe que les garantiza la ley por el porcentaje de lo que se recauda de ABL y Patentes. La cuestión es que si se busca terminarlas en tres años, los fondos propios alcanzarían los $ 300 millones y harían falta unos $ 300 millones más de financiamiento externo, que al día de hoy, nadie sabe exactamente de dónde podrían salir. Sólo en el caso de que se consigan esos $ 300 millones extra, se podría pensar en terminar esas seis estaciones para fines de 2011 o principios de 2012. Si los fondos no aparecen, nadie puede hoy poner fecha a las inauguraciones.

"Las más avanzadas entre esas seis estaciones son Flores y Nazca. Se están colocando las vías y se está trabajando en la señalización. No puedo prometer fechas, pero si existen los recursos podrían inaugurarse en 2011. Estamos siempre trabajando con el condicionante del dinero, porque no tenemos la financiación asegurada", dijo Jahn. El funcionario aseguró que "ninguna de las obras en marcha fue parada", pero admitió que en todas hay demoras muy importantes porque la falta de fondos obligó a negociar con los contratistas recortes en las obras previstas.

Desde el macrismo siguen recordando que el Gobierno nacional les bloqueó la posibilidad de endeudar a la Ciudad con la colocación de un bono internacional por US$ 1.500 millones, que -dicen- les hubiera permitido avanzar con la ampliación de los subtes, una de sus principales promesas de campaña.

A este panorama se le agrega que el Ejecutivo enfrenta una desaceleración en la recaudación de impuestos, debido a la caída de la actividad económica de Capital. Esta desaceleración ya obligó a reducir el presupuesto y frenar grandes obras, incluyendo las de los subtes y túneles. Al mismo tiempo, los gastos fijos de la Ciudad aumentan cada vez más. Un 50% de los recursos que recauda el Gobierno son para pagar los sueldos de los 114.437 empleados municipales. Si a esto se le suman los otros gastos fijos, como insumos hospitalarios, a la Ciudad apenas le queda un 30% del dinero para obras públicas.

Fuente: Clarin

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