viernes, 16 de enero de 2009

Ferrocarril Correntino, símbolo de una visión emprendedora

El trencito en su tiempo de auge. La imagen fue tomada en las primeras décadas del siglo pasado, con el convoy en plena marcha en la zona de la actual Eragia.

El 23 de septiembre de 1908 se promulga la ley de concesión y la empresa Dodero pone en marcha el ‘Primer Ferrocarril Correntino‘ tras adquirir en su última etapa las instalaciones y material rodante ferroviario. Las demoras comenzaron cuando el 19 de septiembre de 1904, por Ley provincial, se disponía la caducidad de la concesión y el levantamiento de las vías del Primer Ferrocarril Correntino, que fuera adjudicado inicialmente a don Francisco Bolla, quien a su vez era dueño del Ingenio Azucarero.
Fue ingeniero constructor de esta obra el señor Juan Coll y llevaron 2 años los primeros 12 kilómetros de terraplenes y otro de 90 que cruza el río Riachuelo. El Poder Ejecutivo en Decreto del 23 de agosto de 1898 había declarado terminado y librado al servicio público los 62 kilómetros de vías férreas, pero la crisis arrastró a las empresas de Francisco Bolla, quien paralizó toda su actividad, perdiendo finalmente la concesión.
El ingeniero Mauro Herlizka fue el técnico que dirigió la construcción del Ferrocarril Económico Correntino, en cuya línea se hallaba la estación emplazada en el pueblo que hoy lleva su nombre, en el departamento de San Luis del Palmar. Está a 35 kilómetros de la ciudad de Corrientes, y el ingeniero Mauro Herlizka era, además, director del Banco Francés del Río de la Plata, entidad crediticia que firmó el consorcio financiero al que pasó la empresa ferroviaria, antes de la adquisición final por parte de Carlos Dodero.
El Ingeniero Mauro Herlizca nació en 1871 en Trieste, Italia, y estudió ingeniería industrial y electrónica en la Universidad de Turín, egresando en 1894 y designado en Siemens en Alemania. Después desarrolló su profesión en Suiza, Africa, Suecia, Rusia y Sudamerica.
Llegó a Buenos Aires en 1897 para realizar estudios para instalar una Compañía de Electricidad, lo que más tarde se conoció como Segba. En 1901 se trasladó definitivamente a la Argentina y a partir de su radicación participó en la instalación de numerosas empresas de electricidad y en la construcción de los tranvías a Quilmes y ramales de la Capital Federal. Desempeñó su actividad en Chile y en Uruguay. También los teléfonos interesaron a su actividad y tuvo participación en casi todas las provincias argentinas.
Estuvo vinculada a todas las instituciones de residentes italianos en el país y fue nombrado Comendador de la corona de Italia. Falleció en Buenos Aires en 1960.
Este empresario también era propietario de la empresa naviera Dodero-Mianovhich, que recorría el trayecto Buenos Aires-Asunción del Paraguay y tocaba además los principales puertos del mundo. Asimismo Carlos Dodero fue quien obtuvo la concesión por 25 años y construyó el actual Teatro Vera, explotando su actividad cultural, como también la confitería y restaurante que habilitó donde hoy es su actual terraza. Sin duda este empresario y la visión progresista del Gobernador Juan Ramón Vidal quien dispuso la iniciativa, legaron a nuestra ciudad uno de los ‘Coliseos‘ más hermosos de América.

Fuente: El Litoral

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