El aumento de autos en circulación en la Ciudad y el Conurbano agudiza el problema del transporte. El año pasado se patentaron 238.000 nuevos autos en estos distritos, lo cual incrementa inevitablemente la lentitud en el tránsito y las congestiones tanto en los puntos que conectan Capital y Provincia, como en ambos lugares. Esto pone de manifiesto en forma también creciente las insuficiencias del sistema público de transporte, en particular el ferroviario de superficie y subterráneo, que no han tenido las inversiones necesarias en los pasados años, a pesar de que la recuperación de la demanda y el mayor número de automotores indicaban la necesidad de ampliar y mejorar los servicios.
El ferrocarril presenta severas insuficiencias de material rodante que se traducen en prestaciones de escasa frecuencia y de poca o mala calidad. El Gobierno importó, en los últimos años, locomotoras y vagones, muchos de los cuales no han sido puestos a punto y están fuera de servicio y en proceso de deterioro. Otro punto a considerar es la demora en la construcción de pasos a nivel destinados a reducir las interrupciones del tránsito de automotores. El subterráneo, por su parte, avanza a un paso mucho más lento del que sería necesario para aliviar el tránsito de superficie. Esta situación revela la falta de una política de transporte racional que se traduce en inconvenientes y costos para la sociedad. El aumento en el número de autos patentados en la Ciudad y el Conurbano agudiza las deficiencias del sistema de transporte, especialmente del ferrocarril y el subte.
Fuente: Clarin
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