La jueza Wilma López, a cargo de la investigación por el asesinato del militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, careó ayer a los dos principales sospechosos del crimen, Cristian “Harry” Favale y Gabriel “Payaso” Sanchez, quienes volvieron a imputarse mutuamente ese hecho.
“Vos tiraste”, le dijo Favale a Sánchez mirándolo a la cara, en tanto este le replicó: “Yo a vos no te conozco, y además, que hacías vos allí que no sos ferroviario?”.
Favale y Sánchez son barrabravas, el primero de Defensa y Justicia y el segundo de Racing, pero este último es además guarda del ferrocarril, según aseguró una fuente con acceso a la causa.
López realizó el cruce de los dos detenidos que se acusan entre sí luego de levantar el secreto de sumario y comenzar a ampliar la declaración indagatoria de los siete detenidos, lo que constituye un paso previo a resolver su situación procesal.
El levantamiento del secreto permitió a los abogados comenzar a leer el expediente para conocer las imputaciones concretas, que por ahora se mantienen en términos genéricos de “homicidio” y de “integrar un grupo u organización convocada por integrantes de la Unión Ferroviaria”.
Aunque todavía no está formalizado, las fuentes admitieron que esa descripción podría encuadrar en una asociación ilícita, según los términos de los artículos 210 y 210 bis del Código Penal.
En el primero de esos artículos se reprime con prisión o reclusión de tres a diez años, al que “tomare parte en una asociación o banda de tres o más personas destinada a cometer delitos”, pena que se incrementa en el caso de que contaran con jerarquias, estructura militar y uso de armas de guerra.
Ferreira fue asesinado el pasado 20 de octubre de un tiro de calibre 38 en el higado, cuando respaldaba a trabajadores ferroviarios tercerizados que reclamaban su efectivización en adyacencias a la estación Avellaneda, primero, y en el barrio porteño de Barracas después.
En el hecho también fue herida de un balazo en la cabeza la militante Elsa Rodríguez, y con tiros en las piernas Nelson Aguirre y Ariel Pintos.
En una primera ampliación de la indagatoria, la jueza también tomó declaración al ferroviario Juan Carlos Perez, un portero de los talleres Remedios de Escalada que en un video aparece llevándose la mano a la cintura como si estuviera armado.
Entre los detenidos está Pablo Díaz, quien es delegado de la Unión Ferroviaria en el ferrocarril Roca, al que se le imputa haber reclutado a la patota, y que es defendido por el abogado Carlos Froment.
Para hoy se prevé la ampliación de indagatoria a Salvador Pipito, un empleado ferroviario que amenazó al equipo de C5N para que deje de filmar cuando comenzaron los disparos.
Los otros detenidos son Jorge González, un empleado ferroviario que aparece en los videos con cuello ortopédico incitando a los atacantes, y el empleado ferroviario en la estación Claypole, Guillermo Armando Uño, quien aparece en numerosas fotos publicadas dentro del grupo agresor.
Fuentes con acceso a la causa aseguraron que aun faltan las pericias balísticas ordenadas por la jueza, para determinar si las cápsulas servidas encontradas en un playón de la estación Plaza Constitución corresponden a las mismas armas disparadas contra Ferreira y los otros tres heridos.
También resta añadir al sumario el resultado de los entrecruzamientos telefónicos pedidos por la jueza, tanto entre los miembros del grupo agresor como entre las policías bonaerense y federal, para determinar si hubo alguna coordinación entre ellos.
Fuente: Telam
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