miércoles, 16 de junio de 2010

Bahia Blanca: Comenzó el saneamiento y la limpieza de todo el predio

EX ESTACION NOROESTE

La intervención conforma la primera etapa de un plan a largo plazo, que pretende reconvertir el emblemático y estratégico sitio en una ambiciosa renovación urbana.



Casi 80 personas pertenecientes a distintas delegaciones municipales y a varias cooperativas de trabajo comenzaron, en la mañana de ayer, la limpieza de las casi 40 hectáreas que ocupan los galpones de la ex estación Noroeste, en el sector delimitado por calles Rondeau y Juan Molina, entre Sixto Laspiur y Malvinas.
La intervención conforma la primera etapa de un plan a largo plazo, que pretende reconvertir ese emblemático y estratégico sitio en una ambiciosa renovación urbana, que incluye proyectos que van desde el desarrollo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias hasta una ambiciosa Ciudad Judicial.
El intendente Cristian Breitenstein, quien presenció el comienzo de los trabajos, reconoció, sin embargo, que cualquiera de esos proyectos exige "una inversión millonaria".
"No quiero crear expectativas, porque obras de esa envergadura implican tiempo y muchos recursos. De todas maneras, estas primeras intervenciones tienen que ver con esas ideas", explicó.
La limpieza conforma "una respuesta a la demanda de los vecinos, una mejora largamente esperada", según mencionó el intendente, quien recorrió el lugar acompañado por el secretario de Gobierno, Hugo Borelli, y el secretario de Obras y Servicios Públicos, Rubén Valerio, entre otros funcionarios.
Tanto los terrenos como los edificios son propiedad del Estado nacional, aunque fueron cedidos en comodato al municipio, que tomó a su cargo la limpieza integral y la evaluación de la conservación de los edificios existentes en el lugar.
"Tenemos aquí un patrimonio arquitectónico importantísimo, parte del cual está cedido a determinados emprendimientos o clubes. Por eso tendremos que definir, conjuntamente con la Nación, el destino final del sitio", agregó el jefe comunal.

Paredón y después
Desde hace muchos años, los vecinos de calle Malvinas solicitan la demolición del paredón que corre sobre esa arteria, entre Rondeau y Juan Molina, y se materialice la continuidad de Blandengues, en procura de mejorar la conectividad del sector.
No obstante, Breitenstein pidió paciencia para esa obra, "ya que --explicó-- el municipio pretende hacer las cosas de manera ordenada".
"Tirar el paredón puede generar más riesgos, fundamentalmente para los niños. Vamos primero a completar la limpieza, evaluando que estructuras demoler y cuáles mantener. Cuando estén reunidas las condiciones de seguridad, vamos a demolerlo", indicó.
La apertura de Blandengues no es, sin embargo, una intervención confirmada. "Puede ser posible", apuntó Breitenstein, considerando que exige "una inversión importante" y una evaluación desde el área de Ingeniería de Tránsito.
Sobre el futuro destino del predio, el titular del Ejecutivo explicó que, en una primera etapa, se convertirá en un "espacio público y recreativo, aprovechando algunas de las edificaciones para algún destino cultural o social".
El jefe comunal también hizo hincapié en la situación que atraviesan al menos 11 familias que ocupan algunos vagones y edificaciones, cuya situación se resolverá cuando el lugar esté en condiciones de ser habilitado para el uso público.

Testimonio de una barbarie
Los galpones del Noroeste son el mudo y contundente testimonio de la ingrata suerte sufrida por gran parte de las obras ferroviarias levantadas en nuestra ciudad.
En este caso se trata de típicas obras ladrilleras, propias de la arquitectura ferroviaria inglesa, construidas por la empresa del Bahía Blanca Noroeste.
Esa firma comenzó a operar en nuestra ciudad en 1891, fusionándose en 1905 con el Buenos Aires al Pacífico. A partir de la estatización del ferrocarril, en 1946, el destino de estos bienes quedó sellado.
Los galpones comenzaron a ser desguazados, desmontadas sus cubiertas, quitadas sus cabriadas y retiradas sus ventanas. La falta de control posibilitó que, con total impunidad, se robara todo lo que podía resultar útil.
Mientras en el mundo estos edificios se reconvierten aprovechando la nobleza de sus materiales, su notable espacialidad y el extraordinario valor agregado de su historia y arquitectura, por estas tierras se los ve languidecer sin pena ni gloria.
Este primer paso del municipio podría significar un rasgo cultural distinto, reconociendo, respetando y recuperando un patrimonio que se relaciona, de manera directa, con la ciudad que abandonaba su condición de fuerte del desierto para consolidarse como una verdadera potencia industrial.

Fuente: Mario Minervino/"La Nueva Provincia"

2 comentarios:

  1. Mas de lo mismo, los buitres comiendo de la carroña del ferrocarril...

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  2. Esos edificios y "terrenos" que van a limpiar fueron hasta hace casi 20 años Talleres Bahía Blanca Noroeste, donde se hacía la reparación así como la fabricación (en algunos casos) de vagones de carga de la línea Gral Roca. Después de la nacionalización los TAlleres funcionarion a pleno hasta fines de los años 80, cuando se redujo drásticamente el personal y la provisión de materiales para la continuiadd de los trabajos.
    Los invito a ver fotos y a leer algunos aspectos más de esta historia en Ferrowhite - Museo Taller http://museotaller.blogspot.com
    Saludos

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