Los cambios de autoridades registrados a principios de año en la SOFSE --la sociedad operadora ferroviaria estatal que fue creada en 2008-- siguen generando ruidos internos que están condicionando el accionar del directorio de la empresa. El nuevo presidente de la SOF, Juan Rosauro Araya --que llegó con el respaldo del gremio de la Unión Ferroviaria-- está buscando desde hace varios días a la ex vicepresidenta, Alba Thomas Hatti para que le entregue los papeles y la documentación contable de las principales actividades del año pasado. Según comentan en el cuarto piso de Libertador y Ramos Mejía donde funciona la SOF, Thomas Hatti se olvidó de entregar la llave de la caja de la fuerte donde estarían guardados los expedientes e informes que los auditores le están reclamando a Araya. Si no aparece la llave para el lunes, al titular de la SOF no le quedará otra salida que llamar a un cerrajero para no quedar en falta ante la Secretaría de Transporte y la SIGEN.
Fuente: Clarin
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