El Gobierno tiene prácticamente definida la "hoja de ruta" que seguirá en los próximos días para cerrar con los gremios del transporte de pasajeros los aumentos salariales que serán atendidos con un mayor desembolso de subsidios.
Las subas en juego para los ferroviarios, los trabajadores del subte y los choferes de los colectivos llegarán, en promedio, al 21% e implicará para el Estado una ampliación de $ 38 millones mensuales en las compensaciones tarifarias que destina a las empresas transportistas para no tocar los precios de los boletos.
Actualmente los operadores de los servicios ferroviarios y de las líneas urbanas de ómnibus reciben por mes $ 390 millones de subsidios operativos, una suma que partir de setiembre se elevará a casi $ 430 millones por la incidencia de los ajustes salariales que avaló la administración kirchnerista.
Tras analizar los pedidos de los gremios y la disponibilidad de recursos, la Secretaría de Transporte que conduce Juan Pablo Schiavi acordó con las empresas y los sindicalistas el cierre de las paritarias que se extenderán hasta el primer trimestre de 2010.
Los convenios con los sindicatos ferroviarios -que se firmarían entre el martes y el miércoles- establecen una actualización de los sueldos del 21% que se aplicará con retroactividad al 1 de marzo e incluirá las sumas no remunerativas de entre $ 300 y 400 mensuales que se habían fijado hasta agosto.
De esta manera, además del incremento pleno que correrá desde setiembre, los empleados del subte, los afiliados a la Unión Ferroviaria -el gremio que maneja José Pedraz-, los señaleros y los maquinistas de La Fraternidad también embolsarán una suma extra por la diferencia que surja entre lo que cobraron de suma fija y los totales que arroje la aplicación retroactiva del 21% entre los meses de marzo y agosto.
Las mejoras que recibirán los ferroviarios representarán para el Estado un incremento mensual en los subsidios operativos de $ 13 millones y un pago adicional para cubrir las diferencias salariales retroactivas de $ 78 millones.
En el caso de los colectivos urbanos, el convenio salarial que se suscribirá la próxima semana seguirá los mismos lineamientos que se aprobaron para los ferrocarriles y subtes.
Traducida a subsidios, la recomposición salarial de los choferes y los afiliados de la UTA (Unión Tranviarios Automotor) significará para las arcas fiscales una suba mensual de $ 25 millones en las compensaciones tarifarias y un desembolso extra por los ajustes retroactivos de $ 150 millones.
Con estos incrementos en los subsidios que se cubrirán con recursos presupuestarios y los ingresos del impuesto al gasoil, los aportes anuales que deberá afrontar el Estado sólo por compensaciones tarifarias se elevarán a $ 1.830 millones en los trenes y subtes y a $ 3.300 millones en los colectivos urbanos que operan en la región metropolitana y en el interior del país.
Fuente: Clarin
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