La puesta en marcha del soterramiento de la línea Sarmiento -con la adjudicación del tramo comprendido entre las estaciones Caballito y Ciudadela- genera una fuerte polémica, ya que especialistas del sector ferroviario advierten que la obra “generará más inconvenientes que beneficios a los usuarios”.
Esa primera etapa tiene un plazo previsto de ejecución de tres años, y a su término se emprendería la segunda, entre Ciudadela y Castelar, y luego entre Castelar y Moreno.De esa manera se eliminarán la totalidad de los cruces a nivel con las vías, pero para los entendidos, algo más: lo que actualmente es un ferrocarril -con empalmes, multiplicación de vías en estaciones, circulación de trenes de distinto tipo- desaparecerá, y se reemplazará por un subte de apenas dos vías, en el que sólo circularán formaciones eléctricas, las mismas de ahora y que tienen una antigüedad de medio siglo.
Todas las instalaciones actuales -vías, estaciones, edificios, puentes peatonales- deberán ser arrasadas o perderán todo sentido. Entre lo que desaparecerá serán los talleres y depósitos ubicados en Liniers y Haedo, que serán reemplazados por nuevas instalaciones que estarán ubicadas en Francisco Alvarez, Luján y Lobos, con el consiguiente traslado del personal.
Ya no habrá circulación de trenes de carga ni Diesel: el servicio diario que une Once con Bragado tendrá -desde la conclusión de la primera etapa- como terminal a Moreno, y lo mismo ocurrirá con el que vincula Once con Mercedes. Tampoco habrá posibilidad de un servicio directo entre Once y Lobos, y desaparecerá el servicio diferencial con coches motores.
Para los usuarios, llegar a las estaciones no será sencillo como ahora: deberán descender a 20 metros de profundidad, lo que seguramente desalentará los viajes entre estaciones.
Sin mejoras
El servicio no experimentará mejoras respecto a la actualidad hasta que se terminen las tres etapas (no se podrán incrementar las frecuencias, debido a la existencia de cruces a nivel), para lo cual no existe plazo alguno. Pero en realidad, habrá distintos inconvenientes: se recortarán los servicios en horario nocturno y se reducirán las velocidades durante los trabajos de empalme del sector soterrado con el que está a nivel.
Como el subte en el que se transformará el actual ferrocarril Sarmiento entre Caballito y Moreno contará con sólo dos vías (actualmente hay cuatro vías entre Liniers y Haedo), cuando haya algún inconveniente -un tren que se detenga por algún inconveniente- el servicio quedará paralizado.
Fuente: Diario Popular
cuado dice lo de bajar 20 metros, que estupidez por favor,, enrtonces es un qilombo viajar en subte porq no soprta bajar 15 metros ?
ResponderEliminarimbesil