Cansados de aguardar el ferrocarril bajo un oscuro y húmedo puente o a la intemperie, los vecinos que concurren a la estación de Juan XXIII, en Lomas de Zamora, volvieron a solicitar la construcción de una terminal. Además, exigieron mayor regularidad en el paso del transporte público. “Nuestro pedido es insólito, lo único que solicitamos es que coloquen una estructura segura para poder subir y bajar del tren”, señalaron los vecinos, en diálogo con Info Región.
Esperar el arribo del tren bajo la lluvia, en plena oscuridad o soportando las intensas temperaturas que se generan al no tener ningún reparo de los rayos del sol son sólo algunas de las cosas que los usuarios que concurren a la estación de Juan XXIII, en Lomas de Zamora, deben soportar a diario.
Ante la "falta de respuesta" por parte de las autoridades del distrito, los residentes de la zona volvieron a exigir una solución.
“Nuestro pedido es insólito, lo único que solicitamos es que coloquen una estructura segura para poder subir y bajar del tren. En este lugar no hay una terminal formada y tenemos que esperar la llegada del tren bajo las peores condiciones climáticas, es lamentable que nadie haga nada”, sentenció Alberto Flavio, que viaja en el ferrocarril para llegar a su trabajo. Y agregó: "El tren no frena para que los usuarios podamos descender, sino que sólo reduce la velocidad. Eso representa un peligro absoluto para nosotros".
Además, remarcaron la “falta iluminación” en el lugar y compararon la zona con una “boca de lobo”.
“Por las noches la estación se encuentra completamente a oscuras, los focos se rompieron hace mucho tiempo y nunca más se volvieron a colocar. Realmente es muy peligroso esperar el tren en esas condiciones y esperamos que alguien escuche nuestro reclamo y decida brindarnos una pronta solución”, remarcó Mariana Fernández, vecina. Y afirmó: “Pasar debajo del puente cuando cae el sol, puede resultar muy riesgoso, porque en la oscuridad nunca se sabe lo que puede suceder”.
La extensión de la línea atraviesa las estaciones Temperley, Hospital Español, Santa Catalina, Juan XXIII y Kilómetro 34; Kilómetro 33, De Elía, Tablada 29, San Justo, Brian y Haedo.
Otro de los problemas que deben afrontar los pasajeros son las graves demoras que tiene la línea, lo que genera serios inconvenientes para muchas personas que utilizan el transporte para ir a trabajar.
“El tren pasa cuando el maquinista quiere, no hay ninguna planilla que contenga los horarios. Para poder ir a trabajar tengo que llegar a la estación con mucho tiempo de anticipación porque no respetan ninguna continuidad en los viajes. En varias oportunidades los trenes de la tarde aparecen recién a las 20, eso complica la vida de todos nosotros”, afirmó Luis, mientras aguardaba hacía 40 minutos el arribo de la formación.
Fuente: InfoRegion
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