La creciente congestión del tránsito porteño refuerza la necesidad de desarrollar la red de transporte subterráneo, atendiendo a la experiencia de otras ciudades que enfrentaron el mismo problema.
En un reportaje realizado por este diario, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, sostuvo que en los últimos doce años la capital española construyó 200 kilómetros nuevos de subterráneos, por lo cual ese transporte se convirtió en una alternativa al vehículo particular. Como la red se extendió al conurbano, se facilita también el traslado de las personas que viven en esa zona y que pueden ingresar a la capital sin utilizar su automóvil.
En contraposición, la expansión de la red de Buenos Aires es mucho más modesta y enfrenta problemas de financiamiento que podrían demorarla aún más. Si esto sucede se incrementarán las dificultades de tránsito y los problemas asociados como la contaminación sonora y la polución.
Madrid tuvo una fuerte ampliación de la red de subterráneos que le permitió reducir la congestión del tránsito. En Buenos Aires, la modesta ampliación planeada está amenazada y si no se concreta se agravará el actual problema de tránsito.
Fuente: Clarin
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