viernes, 6 de junio de 2008

Los trenes de la discordia

En menos de diez días se incendiaron dos formaciones de la ex línea Mitre y fallaron los sistemas de evacuación.


Imagen repetida. Usuarios de la ex línea Mitre en Retiro protestan ante voceros de TBA por un tren que se detuvo y debió ser evacuado. Demoras y bronca son lo cotidiano.

“Di un salto importante”, recordó Valeria García, una pasajera del ramal Retiro-Tigre de la ex línea Mitre. No se refiere a un progreso laboral. Habla del metro veinte que saltó para salir del vagón en que viajaba el lunes pasado, cuando el tren se detuvo entre Beccar y San Isidro por un desperfecto y los pasajeros debieron evacuarse. “Se cortó la luz del vagón. Lo primero que dijeron los pasajeros fue que agarráramos las billeteras”, cuenta. Luego sintió un fuerte olor a plástico quemado y la gente se quedó paralizada. “El vagón estaba tan lleno que no nos podíamos mover. Había muchos chicos, ancianos y madres con cochecitos.” Lucas Alonso también viajaba en ese tren el 2 de junio. “El incidente fue menor. Sólo unos cables chamuscados. Pero se notaron las deficiencias del servicio de emergencia de TBA”.“En cualquier momento puede haber un Cromañón ferroviario”, alerta Juan Carlos Cena, miembro fundador del Movimiento Nacional de Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos (Monarefa) y del Instituto Argentino de Estudios Ferroviarios y del Transporte. Dice que la red está colapsada y cada vez hay más riesgos de accidentes graves porque no se aplican esquemas de emergencia. Según Cena, en veinte minutos un vagón puede quemarse íntegramente. Lo que ocurrió el lunes en ese vagón del ramal Tigre-Retiro pudo haber terminado mal.No fue el único caso. En menos de dos meses, ocurrieron episodios similares en varias formaciones. En todos las situaciones, se vivieron momentos de pánico y hubo falencias en el sistema de evacuación de los pasajeros. Se trata de incidentes menores que no llegan a publicitarse. Pero que suceden a menudo. Gustavo Gago, vocero de TBA, explicó. “Los trenes de la empresa son eléctricos. Cada coche tiene tres patines que tocan el tercer riel para tomar energía. Pasan 860 voltios de corriente contínua. Cuando alguno de los patines cae a tierra origina chispas. No hubo un incendio, hubo un fogonazo. Debido a un desperfecto del sistema eléctrico, que no tiene una causa específica.” Para Juan Carlos Cena sí hay una causa. “Los patines caen a tierra porque no tienen mantenimiento preventivo. Hay pérdidas de aceite y debido a la falta de mantenimiento correctivo, las capas se impregnan y se acumulan en la parte de abajo del vagón. Cuando hay un chispazo, puede prender como nafta.”Según Cena, “los nuevos coches se hicieron con materiales que no son ignífugos. La CNRT tendría que haberlo controlado”.“La gente abría las puertas y se tiraba del tren. En los vagones hay un sistema de audio para informar a los pasajeros de diferentes situaciones. Nunca he visto que haya sido usado, esta vez no fue la excepción”, recuerda Alonso.Los trenes poseen tres puertas y en cada costado una escalera para ser usada en estos casos. “La formación consta de seis coches. El único personal de la empresa a bordo es el guarda y el maquinista. Al guarda se le hace muy difícil evacuar a tanta gente”, explicó Gago. No es para menos: el largo total del tren es de 130 metros. Si está lleno, evacuarlo puede demandar mucho tiempo. El 2 de junio la situación se puso espesa. “Las escaleras eran pequeñas, y la gente con movilidad reducida no hubiera podido salir. El personal de la empresa nunca supo exactamente qué procedimiento seguir, la gente rompió ventanas del coche”, explicó Lucas Alonso.Cena concluye: “Los operarios no reciben capacitación para actuar en caso de siniestros y el material esta fatigado”. Mientras tanto, Valeria tiene que seguir viajando en tren, pero afirma: “Sinceramente, cada vez que subo al vagón, tengo un cagazo bárbaro”.

Fuente: critica digital.

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