lunes, 28 de diciembre de 2009

"En Tucumán muchas veces se confunde obra pública con un plan de gestión sobre la ciudad"

El arquitecto Julio Middagh afirma que la urbe "debe ser una obra de arte colectiva" que se construye a partir del consenso entre todos sus actores. "En Tucumán ha habido obra pública, se han construido viviendas sociales, se han mejorado los hospitales como nunca, se han construido escuelas con muy buena calidad constructiva y con buenos proyectos. Pero con eso no alcanza, si no hay fuentes de trabajo que logren revertir una pobreza de décadas, a la que no se la puede hacer desaparecer con planes sociales", afirma Julio Midaggh. De profesión arquitecto, él dice que la ciudad debe ser "una obra de arte colectiva"; y que detrás de una ciudad exitosa hay líderes con visión y con capacidad -y voluntad -de gestión.

- ¿Qué pasa en Tucumán?

- No hay gestión. En Tucumán muchas veces se confunde obra pública con un plan y gestión sobre la ciudad. Cuando a veces un funcionario empieza a dar cifras de tantos metros lineales de cordón cuneta, de tanto pavimento, de tanta infraestructura, eso es un tema de obra de obra pública, no de gestión y desarrollo.

- Hay ejemplos exitosos que hoy se citan, como el de Rosario. ¿Se le ha hecho un lifting? ¿O se le ha cambiado la cara?

- Rosario empezó su plan en 1992, y todavía lo está haciendo. Antes era una ciudad fea, de la que sólo se conocía el monumento a la Bandera, y hoy va en camino a convertirse en la Barcelona de América Latina. A Rosario se le ha cambiado la cara. Por ejemplo, se han hecho megacentros a los que les han puesto como valor agregado arquitectura de autor. Le han encargado uno a César Pelli, otro a Luis Grossman, otro a Forero, de Medellín. Los han puesto en las zonas más marginales, más violentas de Rosario. A partir de esta situación, de inmediato empieza a subir la calidad urbana. Sería algo así como poner en villa Piolín o en el corazón de La Bombilla un centro como estos, donde reciben salud, educación, algo de instrucción cívica. Rosario lo ha hecho porque mucho tiene que ver la madurez política de esa sociedad, con el socialista Binner a la cabeza.

- Es, además, un enclave productivo y económico importante...

- Es cierto, pero lo que prima allí es la gestión. En Tucumán hay buenas iniciativas que muchas veces terminan cajoneadas. El secretario de Planeamiento, Julio Saguir, ha impulsado un trabajo formidable, el Plan Estratégico económico ambiental y social, en el que hemos participado como invitados profesionales de distintas áreas, y que, de ser sancionado por la Legislatura, implicaría tener un "manual" de la Provincia que no pueda ser desactivado por mezquindades políticas. Que es lo que pasó con el Plan Estratégico urbano territorial de la Municipalidad, al que no se lo quiso hacer ley, porque eso implicaba "encorsetar al intendente de turno".

- ¿Qué etapas del plan se han cumplido?

- Se ha cumplido la consolidación de avenidas, sobre todo en zonas marginales que no recorremos a diario; se han implantado escuelas nuevas, se ha hecho infraestructura de pavimentación, si bien a veces se observa que se debería haber hecho infraestructura de colectora pluvial, ya que ahora se inundan zonas de la ciudad que antes no se inundaban.

-¿Qué no se ha hecho?

- Se ha dejado de hacer consulta con las entidades intermedias, con las universidades, con la sociedad. Si yo quiero mejorar el transporte, tengo que hacer mesas de consenso entre los propietarios de las empresas de colectivos, los municipios que otorgan las concesiones y los usuarios. Hoy no hay recetas únicas para resolver los problemas de una ciudad. Y una receta es la inclusión de los distintos actores. Eso está ausente, aunque está contemplado en el plan estratégico.

- Usted dice que hay iniciativas interesantes, que no se concretan...

- Creo que en la discusión interna política no se ha encontrado la generación genuina de empleos. Se resuelve sobre la coyuntura.

- ¿Cuáles son las deudas para el Bicentenario ?

- Un ejemplo claro es el ferrocarril, con 70 años como un cinturón de hierro urbano. Si bien es una problemática del área central, en mucho menos tiempo Rosario incorporó los terrenos del ferrocarril a la ciudad; y son tierras muy caras, en las que se han hecho centros comerciales, extensiones administrativas. Desde el Colegio de Arquitectos hemos venido solicitando gestiones sobre el ferrocarril. Por ejemplo, el Plan Estratégico menciona que el ferrocarril que se activa con Tafí Viejo tiene que venir a El Bajo, o a la estación Mitre, sobre la calle Corrientes. Sin embargo, "alguien" decidió que venga al Central Córdoba. Y eso se hizo desconociendo lo que le significa a la ciudad levantar el ferrocarril. Y queda boyando la idea de incapacidad de gestión, y de la existencia de intereses extraños que hacen que las cosas sucedan en esa dirección.

- ¿Qué otros elementos hay que mirar en función de 2016?

- En arquitectura se habla de la multifocalidad. Son distintos centros que dan un equilibrio en todo el damero urbano. Con Alfredo Dato habíamos ideado la propuesta de la Ciudad Judicial; era una ampliación de Tribunales en tres manzanas de la avenida Roca. Primero, de manera inconsulta se autorizaron dos escuelas para personas con capacidades especiales, por una instrucción vertical de gobierno. Ahora, la nueva Corte propone edificios en predios diferentes, sin tener en cuenta que hay un plan estratégico para la ciudad que se debería cumplir. La Justicia acaba de presentar un plan de un edificio de 14 pisos frente a la plaza Yrigoyen. Eso desarticula cualquier forma de normar sobre la ciudad. Muchas veces, los funcionarios ven la ciudad por una hendija, y no la ven globalmente. Otra asignatura para 2016 es cambiar el mal uso que se le da al río Salí, que deberían ser áreas verdes, zonas de clubes deportivos.



- El Colegio de Arquitectos insiste desde hace tiempo en la importancia de los concursos públicos...

- Se logró concursar el edificio de Rentas, eso ya es importante, porque el último concurso construido se remontaba al Hospital de Niños. También ocurre que hay concursos en los que las obras finalmente no se ejecutan, como la Terminal de Omnibus de Concepción o el Centro Cívico en el parque Avellaneda, durante la intendencia de Bulacio. Hemos perdido el liderazgo en equipamientos estratégicos en el NOA. No hay un centro de convenciones, un estadio de fútbol para 40.000 personas, un autódromo en el lugar indicado. Todas esas obras han ido a Salta; y son obras sencillas, hechas por estudios de primer nivel. Esas obras son asignaturas pendientes para el Bicentenario.

Fuente: La Gaceta

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