sábado, 20 de octubre de 2012

Bonadio procesó a Jaime, a Schiavi y a los hermanos Cirigliano


El juez consideró que los ex funcionarios incumplieron con su deber de controlar al Sarmiento. Y que los empresarios formaron una asociación ilícita.


Con piloto. El juez federal Claudio Bonadio sale ayer de los tribunales de Retiro luego de firmar los procesamientos por la tragedia de Once./ROLANDO ANDRADE

Para el juez, con más controles se habría evitado la tragedia
Los familiares manifestaron su satisfacción con el fallo de Bonadio
Los Cirigliano desviaban subsidios a través de “una cadena de la felicidad”
Un asesor informal de Randazzo fue sobreseído
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Para el juez federal Claudio Bonadio a cargo de la causa por el choque del tren de Once, la tragedia que dejó un saldo de 51 muertos y más de 700 heridos se produjo por la “trilogía siniestra de empresarios, funcionarios y sindicalistas” .

El juez dictó el procesamiento de los dos primeros secretarios de Transporte del kirchernismo Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, por el delito de abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público por no haber controlado debidamente el modo en que la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) llevó adelante la explotación del ferrocarril Sarmiento. También fueron procesados-con prisión preventiva- los hermanos Claudio y Mario Crigliano dueños de TBA a quienes los acusa de manejar una asociación ilícita destinada a utilizar en su provecho los fondos públicos recibidos para prestar el servicio ferroviario .

Los empresarios del Grupo Cirigliano que fueron acusados de formar una asociación ilícita no serán detenidos porque ya gozan del beneficio de la excarcelación que les otorgó la Sala II de la Cámara Federal. Bonadio embargó en 600 millones de pesos a los integrantes de la organización que funcionaba alrededor de TBA.

En cambio, el juez sobreseyó al maquinista del tren Marcos Antonio Córdoba a quien varios de los imputados habían acusado de ser el causante del choque que el 22 de febrero pasado.

La tragedia provocó una crisis en el Gobierno que llevó a la renuncia de Schiavi y que el sistema de transporte pasó de la órbita del ministro de Planificación, Julio De Vido, a la del ministro del Interior, Florencio Randazzo.

En su resolución de 876 páginas, Bonadio describió que funcionó un sistema de falta de control y corrupción que derivó, finalmente, en el choque del tren de Once. Para entender lo sucedido, explicó el juez “es imprescindible exponer y desmembrar los diversos factores que incidieron en su producción, los cuales no nacieron espontáneamente aquel fatídico día, sino que como se verá existían anteriormente y eran conocidos tanto por los operadores de la línea Sarmiento, como así también por aquellos funcionarios públicos encargados de controlar y ejecutar la política ferroviaria en el ámbito metropolitano y por la dirigencia sindical”.

También fueron procesados el ex subsecretario de Transporte Ferroviario y hombre del gremio La Fraternidad, Antonio Luna, el ex interventor de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) Pedro Ochoa Romero. Su sucesor en el cargo, Eduardo Sícaro fue sobreseído (Ver página 7 ). Junto a los Cirigliano a quienes se los considera jefes de la asociación ilícita, fueron procesados Marcelo Calderón–quien presidió TBA y es director de Cometrans, la firma controlante–, el último presidente de la compañía Carlo Michele Ferrari, el abogado Carlos Alberto Lluch, y los gerentes Sergio Tempone y Jorge Álvarez, en carácter de organizadores.

El juez señaló que el sistema ferroviario del Sarmiento, antes del accidente, estaba en “ una situación límite , como ya lo alertaban los organismos de control y auditoría, en la cual hechos luctuosos … podían ocurrir en cualquier momento”.

El modo de hacer negocios de los Cirigliano fue, para el juez, “una cadena de la felicidad” destinada a aumentar sus ganancias: “En la política empresarial de Cometrans S.A., T.B.A. S.A y Mario Francisco y Sergio Claudio Cirigliano, claramente se privilegió la maximización del rédito económico para enriquecerse y enriquecer las empresas asociadas con total desprecio por la seguridad de los usuarios” . Bonadio señaló que el Gobierno pudo haberle sacado la concesión a TBA–como se hizo en mayo pasado– mucho antes del choque del tren de Once. Es que en 2007 cuando el kirchnerismo le quitó la explotación de las líneas Roca y Belgrano Sur al empresario Sergio Taselli, TBA estaba en similares o peores condiciones.

Fuente: Clarin

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