Cuando
el directorio de la empresa Tren Patagónico ya estaba contando los días
para que se ponga nuevamente en marcha el servicio entre esta capital y
Bariloche, el proceso de reactivación pareciera que va para largo. El
problema radica ahora en el desastre que causó el temporal de la semana
pasada, que incluyó el violento levantamiento de vías. El cronograma de
retorno de la frecuencia semanal tenía como fecha hacia fin de mes o
bien en los primeros días de abril, pero la inclemencia climática
determinó que podría extenderse un mes más aproximadamente.
Con la
finalidad de consolidar el servicio en atención a los usuarios, sobre
todo de la Línea Sur, una cuadrilla de 160 empleados fueron destinados
al operativo principalmente en el compactado de terraplenes, que
finalmente terminaron destruidos ante el socavón que causó el agua en
diferentes tramos del corredor; indicó a "Río Negro" una alta fuente
oficial. Las tareas de mantenimiento se estaban desarrollando sobre un
trayecto de 900 kilómetros de vías. Esa función demandó gastos en el
envío a diversas zonas de tierra y canto rodado para compactar, e
insumos. En forma imprevista habrá que barajar y dar de nuevo, según se
reconoce en forma oficial. La preocupación está centrada en que dentro
del esquema normal interrumpido, se había diagramado para esta semana un
viaje de revisión de una formación experimental. El propósito era
realizar una supervisión de los trabajos que consistieron en el cambio
de durmientes y rieles. El despacho, en consecuencia, fue también
postergado. Asimismo, trascendió que marcha a buen ritmo a la espera de
la recomposición de las vías, el calendario de reparaciones integrales a
que están siendo sometidos los convoyes y la parte de locomoción. Un
detalle de obra da cuenta de que en los vagones se reparan rodamientos,
suspensión y amortiguación. En cambio, en las máquinas GM deben
instalarse aros y pistones de grandes dimensiones en el motor, cuya
demora tuvo alguna notoriedad ante la necesidad de lograr permisos de
importación desde los Estados Unidos, como única alternativa válida para
su puesta en marcha. A poco de que la conducción encabezada por
Fernando Vaca Narvaja tomó las riendas de la empresa, se resolvió
cancelar en forma preventiva la frecuencia entre ambas terminales ante
la desfinanciación empresarial que implicaba un riesgo para el normal
desempeño. Si bien la consigna es recuperar el rol del tren como
factores social y productivo para la provincia, durante fines de enero
pasado, el directivo admitió que "TP funciona atado con alambre". Por
esos días la empresa sufrió el sabotaje de una locomotora, cuya
recuperación le demandará a la firma estatal unos 60.000 dólares y 220
días de reconstitución. Los únicos servicios que está prestando la
empresa estatal es el transporte de caliza a la fábrica de Soda Solvay,
entre el yacimiento de Aguada Cecilio y San Antonio y cargamentos de sal
a la planta de Indupa en Bahía Blanca. Para ello, se emplean tolvas y
una locomotora marca "Alco", con potencia menor, que le impide la subida
hacia los elevados pueblos de la Cordillera.
Fuente: Rio Negro
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